Nominada al Oscar a la mejor película extranjera, este largometraje canadiense del director Philippe Falardeau es un canto a la "escuela de la vida", a la madurez a través de las experiencias positivas y negativas a las que estamos expuestos contínuamente. Delicada y directa en el abordaje del duelo que cada personaje debe asimilar y aprender a manejar: por un lado, el duelo conjunto de un colegio y una clase ante el suicidio de su profesora, por otro el duelo individual de cada niño/a, con sus culpas, sus miedos, el peso del silencio y el tabú por lo sucedido; de otro, la doble pérdida de su profesor, el cual se aferra a la vida a pesar del asesinato de su família en su país de origen y de su condición de refugiado. Su peculiar forma de enseñanza no os dejará impasibles, pues sus pilares se sustentan en la palabra como recurso para resignificar y canalizar la pérdida y las emociones que la envuelven, así como el convencimiento en un futuro esperanzador...
"Una crisálida es un insecto entre la oruga y la mariposa, dentro de un capullo frágil que pronto desplegará sus alas, como vosotros."
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