Últimamente el séptimo arte se muestra (para mi personal satisfacción) más cercano a los temas trascendentales, provocando reacciones variopintas entre sus espectadores y reflexiones de marcado carácter existencial que no dejan impasible al "interlocutor visual". El cine es diálogo, una conversación maravillosamente compleja que nos remueve desde el primer impacto audiovisual hasta las entrañas de lo que toca en nuestro interior, ese algo que nos hace participar de ese diálogo, sentir sus emociones, empatizar con sus viviencias. Los temas no son nuevos, los grandes temas de siempre: la asunción de la finitud humana, el sufrimiento, la enfermedad, la pérdida, la muerte, la vida, la dignidad, la justicia, el amor,... Stopped on Track es una de ellas.
Galardonada en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y en el de Cannes 2011, el director alemán Andreas Dresen nos muestra sin florituras el proceso de enfermedad terminal de Frank, un hombre joven en la plenitud de su vida adulta, y el impacto causado en el núcleo familiar. Nos dará que pensar... ¡¡¡¡No es fácil despedirse de esta vida cuando sentimos que nos quedan tantas cosas por hacer, tanto por descubrir, tanto por aprender, tanto amor que dar y recibir!!!!
Os facilito el link de un artículo sobre esta película publicado en el El País titulado "La agonía de morir":
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