Abra usted un periódico cualquiera o prenda la tele a la hora de las noticias... Lea, observe, escuche... Asimile la información que llega a través de sus sentidos... Asuma los contenidos, las vivencias, las realidades de otras personas... Emociónese... Siéntase vivo y conectado con el otro, con el mundo... Tome consciencia de que es un ser vulnerable y finito, de que todos los días hay personas que pierden y ganan cosas, que sufren, usted también... Y ahora rebusque dentro de usted valore lo poco o mucho que pueda ser y tener: persona, esposo/a, padre/madre, hijo/a, amigo/a, trabajador/a,... salud, familia, amigos, bienes materiales,... Abrace y bese a su familia, a sus amigos, animales de compañía; dígale lo mucho que les quiere, que les respeta... Sea compasivo consigo mismo, quiérase y respétese, dese permiso para equivocarse y aprender, para dejar de ser lo que no es y comience a ser... Quítese el reloj y deje las preocupaciones a un lado... Comparta tiempo con ellos, estando al 100%... Llame a sus compañeros de trabajo y agradézcales las horas que comparten, ríase con ellos de los problemas que surgen en el día a día y que casi siempre son solucionables... LLame también a su jefe, es persona... Disfrute de un buen café (o lo que le apetezca), humeante, cremoso, intenso... Respire su aroma, saboréelo, mire a su alrededor y déjese sorprender por lo que ve y le rodea... Hágase presente en el aquí y ahora... CARPE DIEM!!!
Recomendación psicoterapéutica: Realice este ejercicio mínimo una vez a la semana, las repeticiones facilitan que lo automaticemos y logremos que se convierta en un estilo de vida y no en un ejercicio puntual.
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